Son casi las seis de las mañana

Son casi las seis de la mañana, y podría estar sintonizando a los rolling como en esta canción de los Burning, pero no. Despues de caminar durante horas bajo la lluvia para llegar a casa, con el pelo y el corazón empapados de agua y algo más, y tras haberme comido un sanwich de jamón, queso y alcaparras, puedo decir y digo, que las noches son cortas y los sueños también. Sin embargo, caminar por Madrid cuando las calles no están puestas, mientras la lluvia de primavera en invierno se cuela por las rendijas del ser tiene su aquel... que chorradas (pienso después), porque uno (o una en este caso) ya está viejo para sobredimensionar la realidad: la verdad, es que esta noche, como otras muchas, se llega a casa, con el fuelle intacto y sin descargar el veneno como dice un amigo, y sediento y hambriento de algo que un sanwich de jamón , queso y alcaparras, por mucho que se quiera no es capaz de saciar. Mientras tanto y hasta toparse con alguno feo, fuerte y formal, una seguirá disfrutando hasta donde pueda de la lluvia resbalando por un rostro que no se puede ver a sí mismo, de los solos de Steve Morse, de los amigos y de los sandwiches de jamón, queso y alcaparras.